- by SIMED
- 21 de septiembre de 2020
· La extracción del plasma se obtiene por aféresis, proceso que separa las células.
· Los países que están experimentando con la aplicación de este tratamiento son Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, México, Panamá, China y ahora el Perú.
· El Ministerio de Salud estableció lineamientos técnicos para el plasma convaleciente, cuyo objetivo principal es garantizar la seguridad.
La cuarentena acabó y la “nueva realidad” ha hecho que una gran parte de la población regrese a sus labores fuera de casa, exponiéndose al virus del COVID-19. Laboratorios internacionales están buscando la cura, vacunas o tratamiento que ponga fin a este mal que está cobrando miles de vidas en el mundo. Una de las opciones para ello, son las terapias de plasma convaleciente, procedimiento ensayado en pandemias anteriores y que es utilizado en terapias para personas con deficiencia del sistema inmune, hemofilia o traumas como quemaduras o mordedura de animales con rabia.
La terapia consta de extraer el plasma de personas convalecientes por aféresis (separación de componentes de la sangre como el glóbulo rojo, plaquetas y plasma) y utilizar la parte líquida de la sangre donde se encuentran los anticuerpos o defensas proteicas desarrollados por aquellas personas que superaron la enfermedad y podrían neutralizar el avance de la infección viral. Esto es un tratamiento experimental que algunos médicos del mundo están usando para ayudar en la recuperación del COVID-19.
“Es importante resaltar que no hay un medicamento o tratamiento que sea 100% seguro y efectivo para tratar esta enfermedad. Como es el caso de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) que no ha aprobado un tratamiento específico hasta el momento. Asimismo, se debe tener conocimiento de que toda donación o transfusión de sangre y de plasma conlleva riesgo y que el tratamiento podría no funcionar en pacientes críticos. Además, debe existir compatibilidad entre el plasma convaleciente con la sangre del paciente antes de la transfusión”, comentó Yeffrid Yalta, representante de SIMED Perú.
El donante de preferencia debe ser varón, ya que si es mujer debe contar con requisitos como no presentar antecedentes gestacionales (se incluyen abortos previos). También, los posibles donantes no deben tener antecedentes de inmunosupresión y ausencia de la enfermedad por lo menos 28 día antes de la donación o 14 días si se comprueba la ausencia del virus. Tampoco se aceptará el plasma que muestre reactividad con alguno de los marcadores empleados regularmente en la selección de donantes para la detección de Hepatitis B, Hepatitis C, VIH, Sífilis, HTLV y Chagas.
En Perú, el Ministerio de Salud estableció a través de la Resolución Ministerial 431-2020 lineamientos técnicos para el plasma convaleciente, cuyo objetivo principal es garantizar la seguridad del donante, del personal sanitario que procesa la donación, la del receptor y la eficiencia del tratamiento. El uso del plasma del donante convaleciente debe realizarse solamente en el marco de un estudio de investigación, como un ensayo clínico autorizado o dentro de un programa de uso compasivo.
Entre los países que están experimentando con la aplicación de este tratamiento en pacientes con COVID-19 y que están obteniendo buenos resultados se encuentran Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, México, Panamá, China, entre otros. Esta semana se aprobó en el Perú iniciar dichas prácticas, con el primer protocolo que se desarrolla en el Banco de Sangre del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins de EsSalud.
“En el Perú existe tecnología basada en la detección de anticuerpos dirigidos a la región S del virus (llave de entrada a las células) para determinar la calidad de estos, así como técnicas que permiten su cuantificación en el plasma a utilizar. Si bien el método de referencia para todo ello es mediante titulación de su poder neutralizante, la cual es una técnica no implementada en la mayoría de los laboratorios de rutina, existen metodologías disponibles en el país que han pasado procesos de validación y equivalencia internacionales a dichas técnicas, siendo una herramienta prometedora y rápida para la adecuada selección de los donantes”, agregó Yalta.